gracias a MaxFaraday100
Los placeres de la vida son muchos, alguno de ellos son obligados, pero quién no ha sonreído alguna vez al conseguir quitarse un peso de encima...
De los placeres sin pecar,
el más dulce es el cagar.
Con un periódico extendido
y un cigarrillo encendido,
queda el culo complacido
y la mierda en su lugar.
Cagar es un placer;
de cagar nadie se escapa
caga el Rey, caga el Papa,
caga el buey, caga la vaca,
y hasta la señorita más guapa
hace sus bolitas de caca.
Viene el perro y lo huele,
viene el gato y lo tapa.
Total, en este mundo de caca,
de cagar nadie se escapa.
Qué triste es amar sin ser amado,
pero más triste es cagar
sin haber almorzado.
Hay cacas blancas por hepatitis,
las hay blandas por gastritis.
Cualquiera que sea la causa
que siempre te alcanza,
aprieta las piernas duro
que cuando el trozo es seguro,
aunque esté bien fruncido el culo
será, por lo menos, pedo seguro.
No hay placer más exquisito,
que cagar bien despacito.
El baño no es tobogán
ni tampoco subibaja.
El baño es para cagar
y no p'hacerse la paja.
Los escritores de baño
son poetas de ocasión,
que buscan entre la mierda
su fuente de inspiración.
Vosotros que os creéis sagaz
y de todo os reís,
decidme si sois capaz
de cagar y no hacer pis.
En este lugar sagrado,
donde tanta gente acude,
la chica se pasa el dedo
y el tipo se lo sacude.
Caga tranquilo, caga sin pena,
pero no se te olvide tirar la cadena.
El tipo que aquí se sienta
y escribir versos se acuerda,
no me vengan a decir
¡que no es un poeta de mierda!
En este lugar sagrado
donde acude tanta gente
hace fuerza el más cobarde
y se caga el más valiente.
Un placer común
9 de junio de 2006
escrito por
José Antonio
a las
13:20
 
 
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